
Aunque las opiniones son diversas y están repartidas, todos coinciden en que la transición energética, para bien y/o para mal, está revolucionando la España Vaciada.
Hace tres años los promotores de parques fotovoltaicos comenzaron la localización de terrenos para instalar huertos solares y firmaron contratos con los propietarios. ¿Las consecuencias a día de hoy? Ganaderos y agricultores que deben abandonar las tierras alquiladas, esas que hasta ahora habían estado trabajando.
Ahora la energía que está en boca de todos es la energía eólica. Son los promotores de esta otra «energía limpia» los que se encuentran a la búsqueda (y captura) de terrenos donde instalar sus molinos. En Aragón, y más concretamente en la provincia de Teruel, la controversia está servida. Si bien es cierto que las propuestas económicas de las renovables son tremendamente atractivas para muchas zonas rurales, para aquellas otras que dependen (y viven) del turismo, y más concretamente del turismo paisajístico, se ven como una amenaza clara.
Son muchos los grupos ecologistas y ayuntamientos de estas pequeñas localidades los que acusan y denuncian que estas ofertas no son reales. Como demuestran varios casos precedentes, como el de Quintanilla del Monte, a 30km de León, finalmente es una lucha de «David contra Goliat», y ni los agricultores y ganaderos tienen al final poder de decidir si ceder o no sus terrenos, ni los numerosos puestos de trabajo que se prometen con la instalación y mantenimiento de estos molinos son finalmente tan cuantiosos.
Otra de las grandes quejas y reivindicaciones es que existen zonas con las mismas condiciones climatológicas, óptimas para este tipo de instalación, y más cercana a grandes poblaciones (en donde realmente se consume esta energía). Entonces, ¿por qué esa fijación por las zonas rurales y despobladas? La respuesta es sencilla: el terreno es más caro.

Como resume el lema de la iniciativa de la Plataforma a favor de los paisajes de Teruel, entre ellos Castellote, «Energías renovables sí, pero no así». Estar a favor de las energías renovables es un hecho que se presupone. Sin embargo, no todo vale, y los pobladores de estas zonas deben tener poder y capacidad de decidir ante estas instalaciones. Y, al igual, exigir veracidad y transparencia en cuanto a condiciones, puestos de trabajo y riqueza real para la zona.
FUENTE Y MÁS INFORMACIÓN: RTVE Noticias REPOR