
En materia de sostenibilidad, no solo las empresas se han sumado a esta iniciativa. Muchos pueblos, organizaciones, asociaciones y comunidades en general están realizando acciones contra el cambio climático.
Así, vemos como se están llevando a cabo jornadas de compensación de CO2 en muchos lugares muy diversos. Así, se reúne a una comunidad de personas, ya sean vecinos/as o compañeros/as de trabajo, y se plantan árboles con el objetivo de paliar esa contaminación que inevitablemente se lanza al medio ambiente.
COMO EMPRESA, ¿TENGO LA OBLIGACIÓN DE COMPENSAR MIS EMISIONES?
Hasta ahora, excluyendo algunas empresas, la compensación de la huella de CO2 era totalmente voluntaria. La nueva Ley de Cambio Climático y Transición Energética establece, sin embargo, que las empresas deberán ahora calcular y publicar su huella de carbono y elaborar un plan de reducción de emisiones. Si bien las compensaciones seguirán siendo voluntarias, la ley deja la puerta abierta en las licitaciones públicas, pues podría requerirse como prescripción técnica la compensación de la huella de CO2 con repoblaciones forestales.
Tras conocer la huella, el siguiente paso es reducirla y, por último, compensarla. La compensación, por tanto, llega para paliar todas esas emisiones que ha sido imposible reducir. Esta es la “carrera de fondo” cuya meta es la descarbonización.
DISTINTOS ALCANCES EN EL CÁLCULO DE LA HUELLA DE CARBONO
En el cálculo de la huella de carbono hay tres tipos de emisiones, según su alcance. El primero agrupa las directas, el segundo a las indirectas y el tercero es una categoría opcional con el resto de las emisiones indirectas, consecuencia de la actividad empresarial, pero que ocurren en fuentes que no son propiedad de las empresas ni están controladas por ellas.
¿ESTÁN MUCHAS EMPRESAS CALCULANDO, REDUCIENDO Y COMPENSANDO SU HUELLA?
Estamos muy lejos aún de alcanzar los objetivos europeos. Las inscripciones en el Registro de Huella de carbono del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico son insuficientes aún.
Pese a ello, el futuro es prometedor. Las buenas prácticas van calando y cada vez son más las empresas que registran sus datos en esta herramienta. En 2020 se recibieron 3.616 solicitudes para la sección A de este registro (relativa a la huella y a los compromisos de reducción), 96 para la B (proyectos de absorción de CO2) y 154 para la C (ligados a la compensación de la huella). Estos valores suponen un incremento anual del 35%, 67% y 45%, respectivamente, en cada una de las secciones.
FUENTE: expansion.com